debo hacer. Te pido especialmente, que por la sabiduría que Dios te ha concedido, y apelando con todo mi corazón a la misericordia divina, que nace del Padre, se expresa en el Hijo y se materializa en el Espíritu Santo; que tengas a bien elevar, sanar, proteger y liberar a (nombre de la persona que manifiesta una enfermedad) que tanto lo necesita. Bendice especialmente sus medicamentos, y a los médicos que lo asisten, para que guiados por la fuerza vivificadora del Espíritu Santo la salud habite en armonía en ese cuerpo, ese espíritu y esa alma de nuestro Señor. Amén.
Que el Poder Divino inunde su vida y hasta la próxima
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